La tarde del 23 de Mayo de 1999, mi esposa Silvia y yo tuvimos un maravilloso encuentro con George Harrison, que se prolongó por casi 30 minutos. Fue una enorme emoción tenerlo frente a frente a pocos centímetros de distancia y ver su sonrisa amplia y franca.
Lo primero que constatamos es lo que nosotros ya pensábamos de él: conocimos a un hombre absolutamente sencillo, humilde, con sentido del humor y con una GRAN ! Paz Interior que nos contagiaba mientras charlábamos.
A ambos nos gustaría que este humilde relato sirva como una especie de tributo para alguien que cambió nuestras vidas dramática y hermosamente, haciéndonos mejores personas, trayéndonos un montón de alegría desde nuestra niñez, hasta el presente, no hay un solo recuerdo hermoso desde nuestra niñez que no esté asociado a él o a al resto de los Beatles.
El domingo 23 de Mayo de 1999, estando de vacaciones en Inglaterra llegamos a la localidad de Henley on Thames, Silvia y yo decidimos ir allí con la idea añorada pero remota para nosotros en ese momento de ver a George. Sabíamos que lo más probable era que tuviéramos que conformarnos con pararnos afuera y tomar solamente fotos de la casa, pero aunque fuera eso, para nosotros ya valía la pena.
Llegamos a Friar Park a la tarde, y cuando reconocimos esa famosa gran reja con su placa dorada, empezamos a tomar fotos y a admirar lo inmenso de la extensión del terreno y el bosque interior. Aclaro que la mansión donde vivía George no es posible verla desde afuera, ya que el terreno esta cubierto de grandes árboles y plantas y su palacio está alejado de la entrada principal, lo que se ve desde afuera es simplemente la casa donde vive el casero.
Friar Park
Estuvimos varias horas a la espera de que algo sucediera. Después de tomar unas cuantas fotos, decidimos recorrer una de las empalizadas que rodean toda la extensión de Friar Park, y luego de unos cuantos minutos caminando, empezamos a escuchar un ruido que provenía del bosque dentro de la propiedad, que sonaba a pisadas sobre hojas secas, nosotros inmediatamente nos paramos, miramos hacia adentro y vimos la sombra de un hombre parado, observándonos medio escondido entre los árboles (aclaro que el terreno dentro de la propiedad tiene desniveles con respecto a la calle, por lo tanto George nos estaba observando desde un nivel superior al nuestro).
Era ya bien entrada la tarde y nosotros éramos los únicos caminando por esa angosta calle a esa hora. Estábamos hablando en español, y eso creo que llamó su atención.
En ese momento reconocimos su sombra inmediatamente, ERA ÉL!!!!, y yo comencé a gritarle “Hey George!! George!!!” y él dijo muy tímidamente... “Huh?, quien está ahi?”.
"George!!!, venimos de Argentina solamente para tratar de verte!!!, tenemos un presente para vos!!!!!, por favor podrías darnos solamente un minuto?".
“Pero…yo no quiero ningún presente…Qué es?”- "Es simplemente una remera (playera en México) que trajimos de Argentina...es para vos!! "
En ese primer momento se mostraba algo inseguro con respecto a nosotros y se notaba que estaba tratando de asegurarse de que éramos de confianza.
En eso recordé nombrarle otro regalo que yo le había enviado varios meses antes por correo y por el cual él me había contestado con otro presente de su parte... nada menos que un prendedor (pin) dorado con el signo del “Ohm” y una tarjeta con palabras de Swami Sivananda, Todo ésto llegó a mi casa en un sobre color naranja.
Swami Sivananda
Así fue que le recordé algo que seguramente reconocería...”George, yo te envié hace meses un video de Juan Manuel Fangio, y se que lo has recibido porque tu oficina me envió este prendedor y una tarjeta como respuesta”, entonces George sonrió y dijo las palabras mágicas, “Esta bien...vayan hasta el portón!!,”.
Nosotros no dábamos crédito a nuestros oídos y preguntamos..." Que?... En serió?”, y nuevamente sonriendo dijo… “Sí, Sí, vayan hasta el portón principal!” haciendo un gesto con el brazo señalando el lugar. Ese fue el momento más emocionante de nuestras vidas y fuimos corriendo como un rayo hacia la entrada principal, estábamos a punto de encontrarnos con uno de los hombres que nos formó y con el que crecimos: George Harrison.
George llegó a la entrada conduciendo un carro, de esos que se usan en los campos de golf, y nosotros le dijimos..."Lindo auto George!”, “Sí que lo es, no es cierto?”, entonces con una gran sonrisa sacó sus llaves y abrió una reja mas pequeña justo al lado del gran portón principal, y nos saludó con un apretón de manos inolvidable.
Nosotros comenzamos a decirle todo lo que él había significado en nuestras vidas, no sólo por su música, sino por sus palabras y su forma de pensar, y que nosotros aprendimos a ser mejores a través de él.
El sonrió y dijo: “Muchas Gracias!!, gracias por haber escuchado mi música, mucha gente escucha música estúpida hoy en día, música que no tiene ningún sentido”.
Hablamos acerca del video de Fangio que yo le había enviado por correo tiempo atrás y de Fórmula 1. También del prendedor y la tarjeta que él me envió, a lo que George respondió: “lo recuerdo. A veces yo prefiero enviar algo mejor que un simple autógrafo, el Ohm y las palabras de Swami Sivananda ayudan a la gente a sentirse mejor porque cada uno es especial y ustedes lo son”.
Luego muy sonriente nos preguntó: “Cómo está Gardel?”, - “cada día canta mejor!” respondimos nosotros, explicándole que era un conocido dicho en Argentina.
Continuamos hablando acerca de distintos temas y además le dimos nuestro regalo...una remera con un dibujo del centro de Buenos Aires, la cual el miró cuidadosamente y preguntó dónde era.
Luego nos preguntó acerca de nuestro país, y se mostró interesado en saber como era la vida en Buenos Aires, a lo que nosotros le contamos que era muy distinta a la de aquí, además nos preguntó cuánto tiempo nos íbamos a quedar en Henley y si habíamos visitado otros lugares de Europa. Cuando le dijimos que habíamos estado en Hamburgo y que habíamos caminado por la Grosse Freihet y la Reeperbhan, se rió socarronamente como es usual en él, pero con buena intención: “Eso fue hace un largo tiempo ya!!”, decía entre sonrisas, y hablamos acerca del parecido que había entre el distrito rojo de Amsterdam y el de Hamburgo, con lo cual él estaba de acuerdo.
George seguía interesado en nuestra charla, y parecía como estar hablando con alguien conocido…fue fantástico! Nos dijo que nunca había estado en Argentina, y que el único país de Sudamérica que conoció fue Brasil, cuando el estuvo junto a Emerson Fitipaldi en la localidad de Guaruyá, a lo que nosotros le recordamos que fue en febrero de 1979.
En el medio de nuestra charla le preguntamos acerca de su salud “How is your health now George”? (el ya venía hace un tiempo de tratarse el primer tumor que tuvo en la garganta). Cuando le preguntamos nos dijo: “Oh, ahora estoy bien Muchas gracias!!, recientemente estuve en América haciéndome varios estudios y los doctores me dijeron que estoy OK!!!”, George se mostró agradecido de que nos preocupáramos en preguntarle y nosotros no podíamos creer su sencillez!!!.
Después de un rato más de charla, con Silvia empezamos a sentir que era tiempo de empezar a despedirnos, pero los dos notamos que él se sentía cómodo con nosotros y que no cortaba la conversación, por el contrario, sacaba temas para seguir conversando.
Entonces le preguntamos si podríamos tomarnos una foto con él para tener de recuerdo, a lo cual amablemente dijo..."Oh si, seguro!!!, una foto con cada uno!!!”
En el proceso de tomar las fotos tuvimos un pequeño problema con una de las cámaras (en ese momento ambas analógicas) y él se ofreció a revisarla, lo cual fue muy divertido porque nos hizo bromas diciendo que no éramos buenos fotógrafos, ya que él tomó nuestra cámara y cuando apretó el disparador tomó involuntariamente una foto de los pies de Silvia, a lo que en ese momento mirándome con una sonrisa me dijo “no hay muy buenos fotógrafos por estos días, tenés que apretar con mas fuerza el botón rojo!”.
Silvia Marelli
Lo que nosotros no sabíamos en ese momento es que luego comprobamos que una de nuestras cámaras se estaba quedando sin pilas, y por eso caprichosamente falló justo en ese importantísimo momento.
Finalmente le dijimos..."Para vos esto tal vez sea un instante muy pequeño en tu vida, pero no lo es para nosotros!!!, nunca olvidaremos este momento por el resto de nuestras vidas!!!”
“OH!!, no es eso demasiado?”
"No, no lo es para nada!!"
“OK, Gracias a ustedes, ambos son especiales... adiós!! “
“Adiós George, cuídate mucho!!“
El entró y cerró la reja, y justo antes de volver a subirse al carrito de golf, se volvió a dar vuelta y agitando su mano con nuestro regalo, diciendo... “Gracias otra vez a los dos!!!”, “No, gracias a vos George!!!!", entonces nos quedamos mirando como él se alejaba por el caminito y se perdía en la espesura de su bosque.
Desde allí en adelante parece que las cosas comenzaron a empeorar para él. Luego de ese padecimiento su salud posteriormente se fue deteriorando a causa del cáncer.
Con Silvia tuvimos la suerte de volver a ir a Inglaterra en abril del año 2001 y visitar nuevamente Friar Park, pero ya todo había cambiado. Mientras estábamos en Londres las primeras planas de todos los periódicos informaban que George había tenido un nuevo tumor en su pulmón y que se le había extirpado una pequeña parte.
A pesar de eso decidimos arriesgarnos y volver a Henley on Thames. Allí pudimos hablar en la entrada de Friar Park con uno de los hombres que él contrató como seguridad y luego de comentarle la experiencia que nosotros habíamos tenido con George dos años antes, le pedimos si podría hacerle llegar a George un regalo de nuestra parte, a lo cual él se comprometió muy amablemente, es así que le entregamos un libro en ingles sobre plantas y árboles típicos de la Argentina que llevábamos junto con una carta con las fotos que nos habíamos tomado con él en el viaje anterior.
Nos queda el consuelo de que tal vez el regalo le haya interesado por ser de un tema tan cercano para él como era la jardinería.
Bueno, esto ha sido el relato de lo que nos tocó vivir con una de las cuatro personas que nos cambió la cabeza de una hermosa manera irremediablemente para el resto de nuestras vidas. Fue una experiencia inolvidable y desde el 29 de noviembre del 2001 lamentablemente irrepetible.
Un saludo!
SILVIA, JAVIER. GRACIAS POR COMPARTIR!, GRACIAS POR SU AMISTAD!!
2 comentarios:
soy fan de george harrison y de todo lo que le rodea ,lei su historia con george y me parecio facinante
felicidades aunque george ya no esta aqui para mi sigue vivo nuevamente felicidades
ustedes cumplieron el suueno que yo tenia; conocer y platicar con george, cuando lei su historia quede prendida de la pantalla de mi computadora , se me hizo fabuloso , me encanta harrison desde que tenia 15 anos ,su musica, su misticismo , su espiritualidad, su facha. Les agradesco que compartan su historia , me hicieron muy feliz gracias estela soy de mexico.
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