Una de las fórmulas del rock es "Sex, drug and rock and roll" o bien "Sex drug and porritos". En los años sesenta, Bod Dylan introdujo a los Beatles al LSD en un encuentro que sostuvieron en un departamento de Bob, que en ese momento estaba invadido de humo de marihuana, y que dejó a los Beatles completamente hasta la madre.
El primer disco en que se manifestó la influencia de Dylan sin dudas fue Beatles For Sale; hay que recordar que 1964 fue el año en que los Beatles lo conocieron musicalmente, George Harrison fue el primero en descubrirlo, a principios de ese año (cuando estaban haciendo los conciertos en París) adquirió una copia del“The Freewheelin’ Bob Dylan” e hizo que los demás lo escucharan.
Harrison y Lennon fueron los que más asimilaron a Dylan, incluso John comenzó a usar una gorra y gafas como la que usaba Bob Dylan en sus comienzos. En la misma época Dylan conoció a los Beatles, tras escucharlos se quedó sorprendido por las estructuras armónicas que usaban (“los acordes de los Beatles son escandalosos, sumamente escandalosos”). Luego se conocieron personalmente el 29 de agosto de 1964, en el Hotel Delmonico de New York.
De ese día es la famosa anécdota en la que Dylan dijo que creía que en “I Want To Hold Your Hand” cantaban “I get high” (en referencia a la marihuana), cuando en realidad era “It can’t hide”. Sin dudas ese encuentro fue decisivo para ambos, provocando cambios radicales en la música que harían después. Al Kooper, tecladista de Dylan, dijo una vez de ese encuentro: “Ese día una música nueva nació. A partir de entonces hubo una influencia de los Beatles en lo musical y de Dylan en las letras, y todo cambió”.
Tras conocer a Dylan, los Beatles dejaron de hacer temas de amor y empezaron a hacer canciones más profundas, reflexivas, incursionando en el folk y la psicodéila. El álbum Rubber Soul fue el disco decisivo en la que los Beatles rastrearon otros ámbitos musicales. Temas como “You’ve Got To Hide Your Love Away” y “Norwegian Wood (This Bird Had Flown)” suenan completamente dylanianas.
En el siguiente video (una rareza) podemos ver a Robert Allen Zimmerman, junto a Lennon, en una charla sobre "porritos". Como dijera el Maese Dylan: Everybody Must Get Stoned! o Pongámonos todos hasta la madre!.
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